lunes, 31 de enero de 2011

Querido Padre

Tú pides a tus hijos que seamos
ejemplo de disciplina, diligencia y
trabajo en nuestras actividades,
pues nos has dado tu espíritu de poder
para que lo logremos.

Es difícil, y a veces uno se cansa, o se deja llevar, pero
recuerda nos señor que somos tu representación aquí en la tierra
y que debemos tener una actitud positiva, que debemos ser honestos
y dar el máximo de nuestras capacidades.

Te lo pido en el nombre de Jesús Amén

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